Mobiliario

Introducción

El hombre primitivo, en los primeros milenios del Cuaternario, en el periodo arqueológico del Paleolítico inferior, no tuvo necesidad de mueble en un clima caluroso, entre densa vegetación. Su vida discurría al aire libre o en cabañas rudimentarias. Un tronco de árbol derribado o un fragmento de roca le podrían servir de asiento y su lecho quedaba solucionado con las hojas secas que cubrían el suelo. Fue, posiblemente, en el Paleolítico superior, cuando las temperaturas glaciales obligaron al hombre a buscar refugio en las cavernas, el tiempo en que los artistas que con tanta maestría pintaban en la roca o esculpían y grababan en fragmentos de hueso o de asta pensaron en hacer más llevadera su vida con algún mueble portátil, pero ningún vestigio se ha encontrado y nos es imposible intuir la forma de este mobiliario primitivo. El Neolítico que surge, probablemente en el Cercano Oriente, más de 5.000 años a. C. no es solamente un cambio en la técnica de la piedra, sino la mayor revolución en el sistema de vida que ha conocido la Humanidad. Los hombres no dependen ya para subsistir, del azar de la caza, sino que han creado una economía estable a base de agricultura y ganadería; viven en poblados de cabañas, y sus rudos y enormes monumentos suponen la existencia de un poder religioso y político. Posiblemente estas cabañas tuvieron un mobiliario rudimentario. El hacha pulimentada, sólidamente adherida a un mango de madera o de asta, permitía la labra de la madera. Es probable que surgiese la idea de elevar un tablero a alguna altura sobre el suelo por medio de trozos de madera para evitar la humedad y sustraerse al contacto de roedores y sabandijas. Surgiría así el lecho, que pudieron hacer más cómodo y abrigado gentes que ya conocían el arte del tejido. De la misma manera los carpinteros labrarían asientos más cómodos y más transportables que un tronco o un trozo de peña. En las necrópolis del Neolítico aparece la cista, arca formada con lajas de piedra. Esta forma, disminuida de tamaño y traducida a la madera, daría lugar al arca. El lecho, el escabel y el arca serían posiblemente los primeros mueble que utilizó el hombre.

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