Los trabajos de Persiles y Segismunda: 23

Los trabajos de Persiles y SegismundaLibro Primero Capítulo XXI de Miguel de Cervantes y Saavedra Primer Libro Capítulo Veinte y Uno -Yo no sé -dijo Mauricio a esta sazón- qué quiere este que llaman amor por estas montañas, por estas soledades y riscos, por entre estas nieves y yelos, dejándose allá los Pafos, Gnidos, las Cipres, los Elíseos Campos, de quien huye la hambre y no llega incomodidad alguna; en el corazón sosegado, en el ánimo quieto tiene el amor deleitable su morada, que no en las lágrimas ni en los sobresaltos. Auristela, Transila, Constanza y Ricla quedaron atónitas del suceso, y con callar le admiraron, y, finalmente, con no pocas lágrimas enterraron a Taurisa; y, después de haber vuelto Rosamunda del pesado desmayo, se recogieron y embarcaron en el esquife de la nave, donde fueron bien recebidos y regalados de los que en ella estaban, satisfaciendo luego todos la hambre que les aquejaba; sólo Rosamunda, que estaba tal que por momentos llamaba...

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