Libro de Judit

El libro

Del libro que lleva el nombre de su protagonista (Judit) se han conservado textos en hebreo y en griego. En cuanto al texto griego actual canónico, cabe la sospecha de que en un principio existiera una traducción estricta del prototipo semítico, y después se hiciera una libre adaptación parafraseada, que no suplantó de manera totalmente uniforme el antiguo texto griego (cfr. Dubarle, Formes... o. c. en bibl. 1,19). El autor del libro es desconocido, pero vivió en tiempos muy posteriores a los hechos que parece referirse (14,6; 16,25). La composición del texto actual se hizo en los tiempos helenísticos. Es muy conocido el contenido del libro, que describe una campaña imaginaria de Holofernes, general de Nabucodonosor, contra todos los pueblos del Asia occidental. Todos se rindieron al general vencedor, y adoraron a Nabucodonosor como a Dios (3,8); únicamente el pueblo de Israel le opuso resistencia. Holofernes decidió aniquilarlo, y preguntaba con desdén: «¿En dónde está la fuerza y el poder de este pueblo? ¿A quién tiene por jefe y rey de su ejército?» (5,3). Aquior, jefe de todos los hijos de Ammón (5,5), le hizo un resumen de la historia religiosa de Israel, y aconsejó al general, diciéndole: «Si hay en Israel alguna culpa o pecado contra su Dios, entonces subamos, que los derrotaremos. Pero si no hubiese en ellos iniquidad, pase de largo, mi señor, porque suDios los protegerá y será con ellos, y vendremos a ser objeto de oprobio ante toda la tierra» (5,20-21). Holofernes se enfureció contra Aquior, replicando: «¿Qué Dios hay, si no es Nabucodonosor? Éste ha enviado su ejército y los borrará de la faz de la tierra, sin que su Dios pueda librarlos» (6,2-3). Se entabló, pues, la lucha entre el dios Nabucodonosor, con miles de soldados a sus órdenes, y el Dios de los israelitas, que le opone un frágil instrumento: una sencilla mujer viuda. Los israelitas, en vez de empuñar las armas, se dedicaron intensamente a obras de piedad y penitencia. Por eso, Dios acudió en auxilio de su pueblo fiel, e hizo que el mejor ejército de la tierra fuese desbaratado y humillado.

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información