Fronda

Ambiente social

La gran nobleza pierde sus privilegios políticos. No ha sabido unirse a la labor centralizadora de la monarquía y ha quedado casi excluida del nuevo sistema. El Código Michaud ha anulado el feudalismo jurídico. Está, así, preparada a luchar por sus intereses. La nobleza de robe, parlamentaria, se siente protectora de los derechos del país y sus libertades y se opone al absolutismo. La burguesía forma bloque con ella, pues empieza a descubrir sus posibilidades políticas y un apoyo, una justificación jurídica y constitucional para intervenir en los asuntos públicos. El trabajador, destruido el corporativismo urbano, estaba en manos del capitalismo. El campesino tenía que pagar un doble impuesto: al rey y a su señor. Se comprende que, a la primera oportunidad, todos se unieran para derrocar el sistema imperante. El pilar fundamental del absolutismo había sido el capitalismo. En la crisis económica del 48, Mazarino recurrió a él para enjugar el déficit del Tesoro. Sus medidas abusivas levantaron contra él a la única clase que le apoyaba, y estas medidas fueron la causa inmediata del movimiento. Se le opusieron los rentistas, los burgueses, los funcionarios adscritos a los cargos, y, con ellos, todos los que pretendían restablecer en provecho propio el antiguo gobierno de Francia. Fue el Parlamento de París, órgano no representativo de la nación por ser una oligarquía de magistrados hereditarios, en el fondo conservador e integrado por representantes de clases acomodadas, el que, en nombre de la nación, que no tenía otro organismo representativo, levantó el grito de protesta.

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