Franciscanos

Introducción

En sus comienzos, el ejemplo de san Francisco bastó como norma para sus seguidores, pero la rápida expansión de la nueva orden -cinco mil miembros en menos de diez años- hizo necesaria una regla escrita. La radical sencillez del espíritu franciscano y su enamorada obsesión por la santa pobreza difícilmente podían compaginarse con unas normas exigibles a grupos numerosos, aunque fueran de frailes. Esta tensión entre el extremado fervor y la norma prudencial ha agitado continuamente la vida de la orden.

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