(De cazar.) En alemán, jagd; en francés, chasse; en inglés, hunting; en italiano, caccia. Historia La caza constituyó una de las primeras actividades del hombre, quien hubo de practicarla tanto por su necesidad de defenderse de ciertos animales como por la de obtener carne con que alimentarse. Gran parte de las pinturas rupestres prehistóricas tienen como motivo de inspiración la caza, de la que se representan escenas con finalidades invocatorias. Con el sedentarismo, la caza perdió, en parte, este matiz hondamente vital, para convertirse por último, ya en períodos históricos, en una práctica deportiva o de diversión. En Grecia, el arte cinegético tuvo gran importancia, aunque estaba reservado casi exclusivamente a los aristócratas. Los romanos, en cambio, no sintieron especial inclinación por la caza, al contrario que los bárbaros, excelentes jinetes y aventajados cazadores. Pero la gran época de la caza fue toda la Edad Media, aunque se trataba de una actividad...