Abrasivo

Múltiples sustancias de elevada dureza se emplean en todo tipo de procesos industriales y artesanos para someter a diferentes clases de esfuerzo mecánico -triturado, molienda, corte, pulido- a otros materiales. Entre tales sustancias se hallan los denominados abrasivos, que se emplean, reducidos a granos de dimensiones variables, con la finalidad de producir distintos efectos sobre otros cuerpos menos duros. Los abrasivos, que pueden ser naturales o artificiales, se clasifican en función de su mayor o menor dureza. Para ello se valoran según diversas escalas, la más utilizada de las cuales es la que estableció en 1820 el mineralogista alemán Friedrich Mohs. El máximo de la escala de Mohs, con un valor de diez, corresponde al diamante, el más duro de los cuerpos conocidos, que, cuando se utiliza como abrasivo, se presenta en estados de escasa pureza, carentes de valor en joyería. Otros abrasivos naturales de uso generalizado son el gres, roca silícea consolidada con cemento...

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